Industria desea repartir el espacio radioeléctrico antes de agosto
Este descenso de tarifas ha tenido la contrapartida en los ingresos de las operadoras. Las empresas de telecomunicaciones (móvil, fijo, Internet y televisión de pago) cerraron 2010 con descensos generalizados en la facturación, que alcanzó los 38.675,8 millones de euros, casi un 4% menos respecto a la facturación de 2009. Las únicas operadoras que aumentaron sus ingresos fueron Yoigo y Jazztel.
Por cuotas de mercado, en general, la tendencia es que los grandes operadores ceden terreno, en algunos casos de forma relevante, a los operadores alternativos. En el móvil, Vodafone cedió casi cinco puntos de cuota de mercado, desde el 34% que tenía en 2009 al 29,4% en 2010. Movistar se mantuvo (41,9% en 2010, frente al 42% en 2010), mientras que tanto Yoigo, que duplicó su cuota hasta alcanzar el 4%, como los llamados operadores virtuales (sin red), que pasaron del 1,9% al 4,6%, fueron los grandes triunfadores.
En banda ancha, Telefónica perdió dos puntos hasta el 53,6%, Ono cedió 0,5 puntos hasta el 15% y Orange pasó del 11,2% al 10,7%. Ganaron terreno Jazztel, que sube dos puntos hasta el 8,1%, y Vodafone, que pasa del 6% al 7,1%.
Telefónica perdió casi cinco puntos de cuota de mercado en telefonía fija, tanto si se mide en función de los ingresos (75,9%) como en función del tráfico (58,2%). Los paquetes de banda ancha y voz y la generalización del móvil están relegando cada vez más a la telefonía fija. En 2010, se dieron de baja casi 154.000 líneas.
En contraste, 2010 se cerró con 10,46 millones de líneas de banda ancha, casi 800.000 más que en 2009, y las líneas de fibra óptica se triplicaron.
El informe refleja la explosión que está viviendo la conexión a Internet a través del móvil, gracias a los nuevos terminales inteligentes (smartphones). Mientras los ingresos por llamadas y por mensajes (SMS) caen, la facturación por datos se dispara. Solo en el último trimestre creció más de un 30%.
Esa conexión precisa de mayor ancho de banda. Por eso las compañías necesitan de manera agónica más frecuencias y están dispuestas a pujar por las que el Gobierno va a sacar a concurso y a subasta.
El Consejo de Ministros aprobó ayer la licitación de un total de 310 megahercios (MHz), que se adjudicarán mediante una subasta (el 90% del total) y dos concursos, y por los que el Gobierno espera recaudar hasta 2.000 millones de euros, según señaló el vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba.
El Tesoro tiene garantizados 1.621 millones de euros, que es el precio mínimo de salida de subasta y concurso, salvo en el caso poco probable que algunos de los bloques subastados quedaran desiertos. El Gobierno confía en completar todo el proceso antes del mes de agosto.
En esta licitación se hará el reparto del llamado dividendo digital, las frecuencias que se han liberado tras el apagón de las televisiones analógicas, y se reordenarán las que quedan libres de la propia telefonía móvil (refarming). Parte de los recursos que se obtengan se utilizarán para financiar la transición a la Televisión Digital Terrestre.
El Ministerio de Industria quiere que este reparto de frecuencias permita conseguir el objetivo de que todos los usuarios dispongan de acceso a Internet (por cualquier vía) de 30 Mbps en 2020.
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