Me gusta cuando una compañía especialista en un tipo de aparatos no osa meterse en terrenos que desconoce sólo para darle algún tipo de valor agregado a lo suyo. Ya que por lo general tienden a despreocupar su foco original y en lugar de tener un equipo con dos funciones espectaculares, deja de tener la que anteriormente era excelente y pasa a tener dos mediocres.
Nintendo entiende que lo suyo son las consolas de videojuegos y que los celulares son para otros. Al menos por ahora. El presidente de la firma en Estados Unidos, Reggie Fils-Aime, sostuvo que la compañía no tiene “ningún deseo de ingresar al negocio de la telefonía móvil” y que no ve a Nintendo con la experiencia como para ingresar al rubro. Sensato.
De paso, apuntó que espera competir con Apple, Microsoft y Sony mediante un dispositivo de juego dedicado y que los teléfonos son prácticamente antiéticos para un sistema de juegos como el 3DS.
“Los teléfonos son servicios. Por definición, no son dispositivos de entretenimiento”, expuso Fils-Aime.
En el mismo sentido, Hideki Konno, un productor japonés para Nintendo, complementó que existen “muchos costos adicionales” para producir un teléfono y que si tuviera que compartir sus ingresos con las operadoras, se vería obligado a traspasar el costo hacia los juegos en sí.
Cabe recordar que los rumores (si alguna vez realmente los hubo) nacieron a partir de la negociación de Nintendo con AT&T para proveer de acceso a Wi-Fi gratis para los 3DS. Veremos si se mantienen en esta línea o terminan por ceder a la tentación.
¿A ustedes les gustaría un teléfono de Nintendo?
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