Parece que antes de tirar la toalla y, sobre todo, esperando a ver qué ocurre cuando aparezcan sus primeros terminales equipados con Windows Phone 7, la finlandesa se arriesga con una nueva estrategia que consiste en una reducción del precio de los smartphones.
Según fuentes que provienen de la misma Nokia, la reducción se le hará a todos los modelos de la cartera de la firma, incluso a modelos como el N8, el C7 o el E6, cuyas reducciones de precios podrían alcanzar hasta un 15 por ciento.
La noticia provocó que la compañía viera de nuevo bajar sus acciones, en esta ocasión un 2%. Según los analistas financieros, Nokia podría presentar pérdidas en este trimestre y el próximo. Su mercado de smartphone ha caído en un año del 39% al 25,5%, algo que sin lugar a dudas tiene que empezar a remediar antes de que sea demasiado tarde.
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